19.9.09

VEREDICTO



Cada noche nos contaron de las hogueras y su fuego purificador, de la pureza genómica y la terrible, horrible, sucia, obscena Carne Nueva.
Matamos por ti, nos dijeron llenos de orgullo, llenando la casa de hermosas figuras, de piel limpia y perfecta.
Es justo, higiénico, patriótico, sagrado, nos dijeron en colegios, iglesias, reuniones.
Con que emoción vimos a nuestros héroes destruir monstruos deformes en la pantalla.
Y ahora nos juzgan, nos condenan, nos señalan por la hoguera que encendimos, por las llamas que nos dijeron eran nuestro derecho.
Mostramos las manchas, las arrugas, el cabello blanco, los dedos nudosos de quienes quemamos.
¿No es también Carne nueva?
El veredicto es unánime. Salimos como los héroes que somos, llevados en hombros por una multitud de jóvenes.
Con temor nos ven los adultos, con miedo los mayores, pero ¿qué importa?
Mientras ardían les dijimos a nuestros abuelos que ese era el fuego que, orgullosos, nos enseñaron.

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de José Luis Zárate